Cada uno de los temas de «1021», compuesto durante el confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19, quedan ad hoc con algunas de las vivencias que no sólo los integrantes de La Gusana Ciega estaban viviendo en ese momento, ya que se trataba de una situación global.
Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).– La agrupación mexicana La Gusana Ciega llegará con «1021», su décimo álbum de estudio que sirve como una crónica del encierro que se vivió a nivel mundial con la pandemia del coronavirus, al Pepsi Center WTC el próximo 29 de septiembre.
En entrevista para SinEmbargo Luis Ernesto Martínez, bajista de la banda también conocido como «Lu», compartió que a pesar del encierro, el proceso de composición y grabación de este material tuvo más pros que contras.
«Tuvimos esta sensación de desesperación, quieta desesperación por el encierro, una sensación de pérdida, de empatía con quien había perdido a alguien y todo eso fue permeando en un disco que en primera instancia queríamos que fuera alegre y también festejábamos la oportunidad de crear, así es el encierro para el ser creativo, y es algo que buscas cuando estás en el estrés de la vida diaria», expresó «Lu».
«Tenemos la ventaja de haber tenido ya la práctica de grabarnos en las computadoras, de tener un equipo lo suficientemente apto para poder hacer un disco cada quien, no Abbey Road, pero sí apto para poder mandar un audio pro y tener la oportunidad de crear un disco. En cuanto a la comunicación tipo Blade Runner, que así eran nuestras juntas, tuvo sus pros y sus contras porque había más tiempo de desarrollar ideas, pero a la vez teníamos mucho menos feedback para saber qué era lo que estaba funcionando», añadió.
La composición de las letras de «1021» no se queda atrás, pues cada uno de los temas quedan ad hoc con algunas de las vivencias que no sólo los integrantes de La Gusana Ciega estaban viviendo en ese momento ya que se trataba de una situación global. Ejemplo de ello es «Dulce y Amargo», letra en la que se expone el dolor que la pérdida –emocional o física– de un ser querido puede llegar a provocar.
«Nos despedimos de seres queridos en esta ocasión. Ni cantos ni rezos pueden hacer que me sienta mejor», se puede escuchar en una de las estrofas de «Dulce y Amargo».
Daniel Gutiérrez, vocalista de La Gusana Ciega, se sinceró al respecto y apuntó a este medio que él estaba pasando por una situación un tanto complicada por lo que la composición de esta letra le sirvió de desahogo.
«Yo estaba pasando por cierta situación y pues estaba necesitado de expresar eso. Creo que estaba consciente de que estábamos viviendo eso todos, pero particularmente yo estaba viviendo mi historia y tenía esa necesidad. Sentí liberación y ganas de llorar, para eso sirven las canciones y escribirlas ayuda a eso».
LA BÚSQUEDA DE UN SONIDO RETRO
Cuando se le pone atención al sonido de «1021» es posible percatarse que éste cuenta con muchas influencias musicales de otras décadas. En un principio pareciera que tiene ciertos tintes de la canción «Estrechez de corazón», publicada en 1990 por Los Prisioneros, o un vibe un poco más comercial como el de la agrupación argentina Enanitos Verdes.
Para platicar un poco sobre el son que acompaña a las letras de La Gusana Ciega en «1021», Germán Arroyo, baterista de la banda, expuso que, en efecto, buscó darle otra sonoridad a este material discográfico, por lo que se dio a la tarea de juntarse con el músico Mauricio Clavería y darse un chapuzón en la música de New Order, Garbage y Joy Division, por mencionar algunos.
«No sé si hubo exactamente una planeación para buscar un sonido tan específico pero en mi caso, durante el proceso o un poquito antes del proceso, me junté mucho de forma virtual con Mauricio Clavería, baterista de La Ley, porque yo tenía estas ganas de experimentar con aerodrumming, que es la mezcla de la batería con layers de cosas electrónicas y demás, y la verdad es que tenía muchas ganas de hacerlo, pero no tenía la experiencia», señaló.
«Me estuve juntando mucho con Mauricio y escuchamos mucha música, empecé a poner mucho New Order, Garbage. Entonces yo sí me preparé un poquito para un sonido que creo estaba buscando y a ellos los convencí, les dije ‘es que tiene que ir la tarola acústica junto con la eléctrica’, o por ejemplo muchas canciones no son en tonos acústicos sino en tonos programados. Yo sí estaba persiguiendo otro sonido», agregó.
«1021», el último álbum de La Gusana Ciega disponible en plataformas de streaming desde el pasado mes de mayo, será presentado en vivo el próximo 29 de septiembre en el Pepsi Center, recinto ubicado en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México.
«Yo tengo la sensación de lo logramos y sobrevivimos [a la pandemia], aquí estamos. Hay que vivir esa fiesta [en el Pepsi Center]», finalizó el líder de la agrupación, Daniel Gutiérrez.